La dismorfia corporal es un trastorno que implica una preocupación excesiva por un defecto percibido o imaginado en la apariencia física. Si estás interesado en trabajar la dismorfia corporal, te recomendaría considerar los siguientes pasos:
- Reconoce tus pensamientos distorsionados: La dismorfia corporal se caracteriza por tener una visión distorsionada de tu apariencia. Es importante que identifiques y reconozcas estos pensamientos negativos y exagerados.
- Busca apoyo profesional: Consulta a un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra, especializado en trastornos de la imagen corporal. Ellos pueden ayudarte a comprender mejor tus pensamientos y emociones, y ofrecerte estrategias de manejo.
- Practica la aceptación y el autocuidado: Aprende a aceptar y amar tu cuerpo tal como es. Cultiva una actitud de cuidado y respeto hacia ti mismo/a, centrándote en hábitos saludables en lugar de enfocarte en aspectos negativos de tu apariencia.
- Evita las comparaciones y los estímulos negativos: Limita tu exposición a estímulos que puedan desencadenar pensamientos negativos, como redes sociales o revistas de moda. Recuerda que la belleza se presenta en muchas formas y tamaños, y cada persona es única.
- Practica técnicas de relajación y manejo del estrés: El estrés puede agravar la dismorfia corporal. Aprende técnicas de relajación como la meditación, ejercicios de respiración profunda o yoga, que te ayudarán a calmar la mente y reducir la ansiedad.
- Construye una imagen corporal positiva: Fomenta tu autoestima a través de actividades que te hagan sentir bien contigo mismo/a, como desarrollar habilidades, participar en actividades que te gusten y fortalecer tus relaciones personales.
Recuerda que cada persona es única y hermosa a su manera. Trabajar en la dismorfia corporal requiere tiempo, paciencia y apoyo profesional, pero con el tiempo puedes llegar a aceptarte y amarte tal como eres.
Psic. Isabella Sotillo
Ig. @isabellasotillo