Primero que todo vamos a definir lo que es la lactosa; la lactosa es un azúcar doble formado por dos azúcares más pequeños llamados glucosa y galactosa. La lactosa es el carbohidrato o el azúcar presente en los productos lácteos, tales como: la leche, el queso y sus derivados.
Cuando consumimos un producto lácteo, en el intestino se produce una enzima llamada lactasa, que es la encargada de romper esos dos azúcares de la lactosa y finalmente obtener glucosa y galactosa, que son realmente los azúcares que pasan desde el intestino a la sangre. Sin embargo, ese proceso, lleva su tiempo, mientras la enzima va actuando con cada molécula de lactosa, poco a poco van pasando a la sangre los azúcares más pequeños, es decir, no pasan de un solo golpe la gran cantidad de azúcares pequeños, esto hace que, a su vez, el azúcar en sangre no se eleve bruscamente y el páncreas no libere tanta cantidad de insulina en tan corto tiempo.
Las personas intolerantes a la lactosa, son aquellas cuyo intestino no produce la enzima llamada lactasa capaz de romper la lactosa, o la produce en muy poca cantidad; esto hace que cuando esa persona consume lactosa, la misma se acumule en el intestino grueso, y en vez de ser degradada por la enzima, sea atacada por bacterias, produciendo un compuesto que causa inflamación, gases, evacuaciones líquidas, distensión abdominal, dolor, etc.
En vista de la gran cantidad de personas que padecen de esta condición, que además es muy frecuente en adultos mayores, ya que el intestino con la edad deja de producir dicha enzima, la industria alimentaria ha empezado a producir lácteos sin lactosa o deslactosados. La única diferencia en este tipo de productos es que ya la industria le agrega al producto la enzima, es decir, lo que hace normalmente el intestino a su ritmo, la industria lo hace rápidamente añadiendo la enzima como ingrediente alimentario. Esto da como resultado, que el producto en cuestión ya no contenga la lactosa, sino que contenga la glucosa y la galactosa.
Al tener un producto alimenticio, más cantidad de azúcares pequeños o simples, su absorción intestinal es mucho más rápida, es decir, el azúcar va a llegar en más cantidad y mucho más rápido a la sangre, y como consecuencia, el azúcar en sangre se elevará rápidamente y el páncreas responderá abruptamente.
En resumen, los productos deslactosados tienen mayor índice glicémico que un producto con lactosa. Entonces, si no padeces de ninguna alteración en el metabolismo de la lactosa, la mejor opción será consumir leche con lactosa, pero si eres intolerante a la lactosa, debes consumir lácteos deslactosados, pero sugerimos que moderes el consumo.
