A la hora de comprar un producto alimenticio, no nos podemos dejar llevar solo por lo que dice el empaque del mismo, ya que, muchas personas tienden a generalizar y pensar que, por no contener algún ingrediente en particular, es un producto saludable.
Para lograr entender que contiene un producto alimenticio, es de vital importancia aprender a leer su etiqueta nutricional, sobre todo si estamos bajo un régimen especial en nuestra alimentación, por ejemplo, una persona diabética, no se debe dejar guiar solo porque la portada del producto, diga “sin azúcar” ya que esto solo quiere decir que no contiene sacarosa añadida, sin embargo, puede contener otros tipos de azúcares no aptas para el consumo de personas que sufren de diabetes.
Entender los etiquetados nutricionales, ciertamente es un poco complejo, por tantos factores involucrados, sin embargo, aquí les dejo ciertos tips básicos con ejemplos, que los ayudarán a entender ciertos factores que deben tomar en cuenta a la hora de adquirir un alimento.
- Un producto gluten free, solo quiere decir que no contiene gluten, es decir, no contiene ningún ingrediente con trigo o sus derivados. Ahora, esto no quiere decir que es un producto libre de azúcar, bajo en calorías, apto para diabéticos, natural o saludable. Existen muchos productos libres de gluten, pero cargados de azúcares o libres de gluten, pero con ingredientes exageradamente procesados o artificiales.
- Un producto sin azúcar, no necesariamente es un producto bajo en calorías o saludable, ya que, puede contener excesos de grasas saturadas y estar cargado de calorías o hasta de edulcorantes artificiales nocivos para la salud. Un tema importante aquí es que el producto puede decir sin azúcar, pero puede contener, miel, agave, jarabes procesados, etc. que tampoco deben ser consumidos en exceso o por personas diabéticas.
- Un producto dietético, o bajo en calorías, no en todos los casos es un producto saludable, ya que, puede contener una alta cantidad de ingredientes artificiales usados para suplantar el sabor del azúcar. Por ejemplo, un refresco de dieta, aunque no tenga azúcar añadida, sigue siendo un producto alejado totalmente de lo saludable, por ser una combinación de altas cantidades de químicos.
Además de prestar atención al empaque del producto, es fundamental examinar detenidamente sus ingredientes y la información nutricional. Esto nos permitirá tomar decisiones informadas y estar completamente seguros de lo que estamos consumiendo antes de realizar la compra.
Con esta práctica, no solo cuidamos nuestra salud, sino que también fomentamos hábitos alimenticios más conscientes.