Aquí y Ahora
La vida siempre está en el ahora, y los que no sabemos vivir el presente somos nosotros. Nuestra querida cabecita se pasa más tiempo del deseado despistada, vagando en algún lugar entre el pasado y las preocupaciones del futuro.
Sé agradecido
El agradecimiento ahuyenta la preocupación y nos ayuda a enfocarnos en el presente, en lo que sí tenemos, en vez de pasarnos la vida pensando en lo que nos falta, lo cual genera la sensación de carencia, de preocupación y ansiedad, de no haber logrado lo bastante. Cuanto más agradecidos somos, menos preocupados y más agraciados nos sentiremos. ¿Cómo puedo agradecer más lo que tengo?
El aquí y el ahora es observar
Para, respira, observa a tu alrededor, madruga para ver un amanecer, un atardecer, pisa la hierba descalzo, aprecia el olor del café, del nuevo día. Mira menos hacia abajo, al móvil, la vida no está en esa pantalla; levanta la cabeza, observa las nubes, el cielo, la naturaleza, pon atención a lo que te rodea, aprecia y da gracias por las pequeñas cosas que, a estas alturas, ya sabes que son las grandes.
Enfócate en lo importante
¿A dónde va tu mente cada mañana? A donde va tu mente, allí va tu energía. Si no tenemos objetivos, prioridades y metas claras, la dispersión nos ataca como un virus y se adueña de nuestra mente y nos roba la energía mental y física. Cuando tenemos las prioridades claras y los objetivos definidos, tenemos una mayor control, una sensación de mayor sentido y dirección y nos ayuda a divagar menos y estar más en el presente.
Presta atención a tus pensamientos y emociones
Cada vez que entramos en espirales de pensamientos y emociones negativas, tenemos que parar y profundizar, para darnos cuenta hacia dónde va nuestra mente. Nos daremos cuenta de que lo más probable es que se haya perdido divagando entre preocupaciones imaginarias, anticipando situaciones negativas o magnificándolas de manera catastrofista.
Suelta la necesidad de control
La obsesión por el control y la seguridad provoca justo el efecto contrario, ya que nos llena de incertidumbre, ansiedad y preocupación en el presente.
Cuanto mayor sea la capacidad para vivir con un mayor grado de incertidumbre, menor será el nivel de ansiedad y preocupación, por lo que podremos vivir más en el presente y disfrutar más de la vida.
El pasado déjalo atrás
Ya no eres aquella persona, has crecido y evolucionado, así que deja de mirar atrás y céntrate en el presente, que es donde vives y dónde estás ahora.
Desconecta para conectar otra vez
Menos es más. Hay que afilar el hacha para ser más efectivos, tenemos que desconectar más para recuperar energía y concentración. Autoexigirse de manera desproporcionada no nos hace mejores y sí nos hace sufrir más.
Aprende a parar, a desconectar para respirar; ten momentos de calidad para ti. Te mereces esos pequeños regalos de tiempo para observar, sentir, parar el mundo, apreciar lo bueno que sí tienes alrededor, preocuparse menos por el futuro y dar gracias para vivir y disfrutar más en el presente.
Psic. Isabella Sotillo
Ig. @isabellasotillo