Vivir la vida desde la queja o desde el agradecimiento puede marcar una gran diferencia en nuestra calidad de vida y bienestar emocional.
Vivir desde la queja se caracteriza por enfocarse en lo negativo, resaltando constantemente lo que no está funcionando o lo que nos falta. Esto puede generar un estado de insatisfacción constante y una mentalidad negativa que afecta nuestra perspectiva de la vida.
Por otro lado, vivir desde el agradecimiento implica enfocarse en las cosas positivas, valorando y apreciando lo que tenemos en lugar de enfocarnos en lo que nos falta. Esto nos permite cultivar una actitud positiva, encontrar alegría en las pequeñas cosas y estar más conectados con el presente.
Adoptar una actitud de gratitud tiene múltiples beneficios para nuestra salud mental. Está relacionado con una mayor satisfacción con la vida, niveles más bajos de estrés y ansiedad, mejores relaciones interpersonales y una mayor capacidad para lidiar con los desafíos de la vida.
Es importante tener en cuenta que vivir desde el agradecimiento no significa ignorar los problemas o dificultades que puedan surgir en nuestra vida, sino más bien enfocarse en lo positivo mientras buscamos soluciones constructivas.
Puede ser útil practicar el agradecimiento diario, ya sea mediante la escritura de un diario de gratitud o simplemente tomando un momento cada día para reflexionar sobre las cosas por las que estamos agradecidos. También es importante recordar que el agradecimiento es una elección consciente que puede requerir práctica y esfuerzo, pero los beneficios emocionales y mentales hacen que valga la pena.
En resumen, vivir desde la queja nos atrapa en una mentalidad negativa, mientras que vivir desde el agradecimiento nos permite apreciar lo positivo y cultivar una actitud más positiva hacia la vida. La elección está en nuestras manos y puede marcar una gran diferencia en nuestra salud mental y bienestar general.
Psic. Isabella Sotillo
FPV: 18.052
Ig. @isabellasotillo