Existen tres tipos de macronutrientes: Las proteínas, los carbohidratos y las grasas. Con respecto a esto, es necesario aclarar que cuando consumimos carbohidratos, se utilizan como energía las cantidades que necesita nuestro organismo, y si hay un exceso de los mismos, se acumulan en el hígado y en los músculos como glucógeno, que sería una macromolécula de reserva de carbohidratos.
Con respecto a las grasas, ocurre lo mismo, tras su consumo, se utilizan las que necesiten como fuente de energía, o para sintetizar compuestos que se forman a partir de las grasas, Por otra parte, si hay un exceso, también se acumulan en forma de triglicéridos, los lípidos de reserva en nuestro organismo.
Ahora, es importante destacar que, las proteínas, aunque cumplen innumerables funciones en el metabolismo, un exceso de proteínas no se acumula, es decir, no existe una proteína de reserva en el organismo.
Cuando se consumen proteínas adicionales a las que el organismo necesita, por tener ellas en su estructura química, un grupo amino, el cual es bastante inestable, es estrictamente necesario, catabolizar ese exceso.
El proceso de catabolismo de las proteínas, se resume en su transformación a un compuesto llamado urea. Este compuesto se sintetiza a partir del grupo amino de los aminoácidos que componen a las proteínas, y se lleva a cabo en el hígado.
Luego de que la urea se forma en el hígado, pasa a sangre, y es posteriormente filtrada por los riñones para ser excretada por la orina. Es decir, un exceso de proteínas en la dieta, se traduce en un exceso en la producción de urea por el hígado, y un exceso en la filtración de la misma por parte de los riñones.
Si este proceso de catabolismo está activo constantemente, quiere decir que el hígado y los riñones están continuamente trabajando sin descanso. Probablemente, si este proceso ocurre durante mucho tiempo, llegara el punto donde estos órganos se inflamen, por su trabajo en exceso, y probablemente como consecuencia se originen patologías, tanto hepáticas como renales.
Es sumamente importante conocer que tanta cantidad de proteína se debe ingerir, y este valor, no es un gramaje universal, ya que varía de persona a persona, y se ven involucrados muchos factores que afectan a este consumo, tales como: edad, sexo, estatura, actividad física, porcentaje de masa muscular, entre otros.
Es necesario concientizar a la población, sobre todo al deportista, de que la cantidad de proteínas que se consuman al día debe ser sugerida por un especialista en el área, y no se deben consumir a libre demanda, ya que, las consecuencias a largo plazo de un consumo en exceso de proteínas, pueden ser fatales.