La depresión post-parto es real, y no es juego. Es un proceso bastante complicado por el cual pasan muchas madres luego de dar a luz. Los síntomas pueden ser desde leves hasta muy graves, tales como: cambios de humor, ansiedad, tristeza, irritabilidad, llanto constante, desánimo, y en casos más graves las mujeres pueden llegar a sentirse poco capaces para cuidar de sus hijos, pueden sentir culpa, y hasta existir algo de rechazo hacia el bebé, además en casos muy graves pueden venir pensamientos de suicidio o hasta de daño al bebé.
Luego de dar a luz, las emociones en las mujeres se convierten en una montaña rusa, de repente existe sensación de plenitud y al momento esa sensación cambia por un total desánimo. También, se pasa de la risa al llanto sin razón alguna. Existen demasiados factores involucrados, sin duda alguna las hormonas en ese preciso momento no juegan a favor, sumado a todo lo que trae consigo la maternidad; trasnochos, cansancio, y todo el proceso adaptativo de ahora ser madres.
Todas estas emociones tan fluctuantes hay que saberlas controlar y además buscar las herramientas necesarias para luchar contra el estrés y la ansiedad.
Una de las armas más poderosas para luchar contra todas esas sensaciones que si no se controlan pueden desencadenar una depresión, es la actividad física.
Ya está demostrado científicamente que la actividad física disminuye el riesgo de padecer de depresión post parto y esto se debe a que durante la actividad física se liberan hormonas y neurotransmisores que generan esa sensación de bienestar que se necesita tanto en el post parto, además disminuye niveles de estrés y ansiedad.
La actividad física no solo ayuda a ir mejorando y recuperando el cuerpo o figura después del parto, sino que también ayuda a fortalecernos emocionalmente y a drenar sensaciones que en ese momento sin duda alguna no suman nada positivo.
Algunas mujeres pueden pensar que el ejercicio físico no es prioridad luego de ser mamás, sin embargo, hay que destacar que para poder darles a nuestros hijos momentos y vida en general de calidad, pues la madre debe sentirse bien, muy real el dicho que dice: “mamá feliz, bebe feliz” y ya está comprobado que el ejercicio físico contribuye a esa plenitud de la mujer.
Para nadie es un secreto que al momento de ser madres el tiempo para nosotras mismas es muy limitado; sin embargo, debemos tomarnos al menos 30-45 minutos tres o cuatro veces a la semana para hacer alguna actividad física que nos guste, eso será un gran cambio en ese momento tan delicado de nuestra vida, y ese cambio será tanto físico, como mental y nuestros hijos no los van a agradecer.
Para culminar, siempre debemos recordar que existen expertos, psicólogos y psiquiatras, a los cuales sin pensarlo debemos acudir si sentimos que esa vulnerabilidad normal del post parto, se está convirtiendo en algo más profundo. No debemos sentir miedo, vergüenza o culpa por sentirnos así en determinados episodios de nuestras vidas, es de valientes pedir ayuda.