Para los amantes del flan o quesillo, este postre es exquisito y no tiene nada que envidiarle a un flan clásico con azúcar. Te aseguramos que su textura y sabor son perfectos.
Si usas dulce de leche de almendras y yogur griego libre de lactosa, este postre es apto para intolerantes a la lactosa.
Es perfecto como merienda a mitad de la tarde y también puede ser consumido en la noche, ya que no contiene carbohidratos de alto índice glicémico ni harinas procesadas.
Es apto para:
- Celiacos.
- Intolerantes a la lactosa.
- Diabéticos.
- Niños.
- Mujeres embarazadas.